El líder de la Cámara de Turismo y su visión sobre el producto turístico regional
De trabajador bancario a empresario hotelero ¿cómo fue ese giro?
– Me desempeñé 25 años en el ámbito financiero en los bancos, por lo que fui haciendo mi capital y abrí mi primer hotel junto a mi esposa, el hotel «Las Palmas», que está en el centro de la ciudad, las calles Prat con Maipú. Luego empezamos a crecer y construimos el hotel «Las Taguas», que está cerca de la playa, y finalmente compramos el primer Diego de Almagro que hubo en Arica y que hoy se llama «Amaru», que está en Patricio Lynch con Sotomayor.
– Ud. ha vivido todas las crisis económicas de la ciudad, ¿por qué decidió arriesgarse en el negocio hotelero?
– Lo que pasó conmigo es que yo venía con un cansancio con el rubro financiero. Se me dio la oportunidad de invertir en este rubro y soy agradecido de esa oportunidad. Puedo decirle que la clave está en que uno no se puede quedar sólo con los tiempos buenos. Si tiene tiempos buenos, se debe pensar en que habrá malos, entonces hay que rentarlos y transformar el tiempo bueno en uno de tipo medio, para no perder.
También no pierdo de vista que hay 60 familias que dependen de mí. Si decido cerrar algo, estoy arrastrando a un grupo importante de personas que quedarán sin empleo. Eso me hace pensar mucho sobre cómo pasaremos cada mes. Así, como también se hace en las familias, uno toma resguardos o préstamos para utilizarlos en tiempos malos. Por eso si se me va mal, al menos, yo digo no puedo llegar y abandonar la ciudad.
– ¿Cómo está perfilado el producto turístico regional?
– Lo primero que salta a la vista es que la ciudad tiene una cierta dependencia de lo que hagan los gobiernos de turno. Si tenemos un gobernador o un alcalde que le interesa el turismo como principal eje, podríamos andar súper bien. Pero hemos tenido gobernantes que se han preocupado, más bien, de tener bienestar respecto de sus expectativas propias, pero no mirando el bienestar de la ciudad. Podríamos haber tenido muy desarrollado nuestro producto turístico, pero resulta que no tenemos un producto bien cohesionado y bien definido.
Veo que no se ponen de acuerdo entre gobernador, alcalde, directores de servicios para juntos desarrollar un producto turístico. Lo que pasa es que cuando vienen los turistas, la estadía es muy corta, ya que en dos o tres días, el turista se está aburriendo, porque no tiene definido cómo sería su panorama en la ciudad. Nos falta incorporar los destinos internos que tenemos como Putre, Codpa, Camarones, y parece como que cada uno «mata su toro».¿Y cómo lo hace Ud. para que los turistas no se aburran?
– Cuando llegan a mi hotel, yo tengo a los turistas dos días con paseos por Arica y posteriormente los llevo a Codpa, donde tengo un acuerdo con un empresario allí y los dejo un día; luego me los llevo a Putre y así hago cinco o seis días y hago rentar su viaje.
– ¿Qué impacto tiene la ciudad peruana fronteriza de Tacna en el turismo de Arica?
– Lo que más me llama la atención es que los tacneños son organizados, pese a todas las diferencias que ellos puedan tener. Luchan y cuidan su producto. Por ejemplo, si ven a un transportista que esté invadiendo su zona, se ponen nerviosos y alegan.
Nosotros, en cambio, cuando llegan los turistas, favorecemos que se vayan a Tacna y nadie dice nada, pese a que hoy tenemos precios muy parecidos. Para los empresarios hoteleros y gastronómicos el mes de septiembre es catastrófico porque las pérdidas son grandes, porque las personas alojadas en los hoteles se van a celebrar en sus ciudades.
Acciones sector público
– El gobernador electo y el nuevo alcalde prometieron trabajar juntos. Desde su tribuna ¿qué les pediría?
– Lo primero es que cumplan lo que prometieron, porque senadores, diputados, presidentes han venido acá y nos han ofrecido miles de cosas y después que salen elegidos, desaparecen. La idea es que tengan el espacio para atendernos y trabajemos juntos.
– Hace pocos días el MOP inauguró después de largo tiempo el nuevo aeropuerto, pero no hay vuelos interregionales ni tampoco internacionales…
– Estuvimos un año y medio como Cámara de Turismo peleando para que el aeropuerto lo abrieran. Por fin se entregó una parte, pero falta aún la parte internacional. Hay recién una manga lista y un pilar y le falta un año aún. Esto que se puso en marcha es por lejos mejor que lo que teníamos, que era con carpas y unas casi letrinas de baños.
Este tema tiene que ver con las autoridades principales, para ver cómo podemos hacer que la ciudad tenga mayor impacto en la afluencia de las personas. Los itinerarios están condicionados a la demanda. Las aerolíneas tendrán que evaluar si colocar un vuelo más, les va a servir. Lo que tenemos que hacer es mejorar las condiciones de la ciudad y el tipo de producto, para que seamos un destino que llame la atención.
– Hay turistas que viajan por tierra, ¿qué opina de los constantes derrumbes que ha presentado la Cuesta Cultura Chinchorro en la Ruta 5?
– Creo que las autoridades que tenemos no son muy buenas para fiscalizar las tareas a la hora que corresponde. La primera vez que hubo un derrumbe, deberían haber invertido en un camino auxiliar como cuando se hacen trabajos o hay emergencias y se habilita una pista de emergencia.
– Hace rato que no vemos una campaña de posicionamiento de Arica como destino en distintos mercados, ¿qué ha pasado?
– Había 6.400 millones de pesos destinados a promoción, pero sólo se han destinado 1.200 millones en el Gobierno Regional. El exgobernador Jorge Díaz nos dijo que consideraba que Sernatur no sabía gastar la plata y por eso no se la entregó. Por eso tenemos una baja, porque no se hizo promoción en estos últimos tres años. Recién una parte de los 1.200 millones se van a poder gastar a partir de junio, porque el Core rechazó adelantarlos para gastarlos ahora.